Asmara! Eritrea!!

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Asmara, capital de Eritrea


Asmara se encuentra a 2300 metros de altitud con respecto al nivel del mar y esta rodeada por grandes montañas. Desde los 60, tras la descolonizacion italiana de Etiopia, Eritrea libro una larga guerra de guerrillas durante 30 años hasta conseguir su independencia finalmente en 1993. http://www.globalsecurity.org/military/world/war/eritrea.htm Las fronteras siguen aun sin estar totalmente demarcadas, al igual que en Sudan (Norte y Sur). Las tropas de paz de la UNMEE estan desplegadas en dicha frontera (United Nations Mission in Ethiopia and Eritrea). Nos toca hacer el reemplazo de tropas, les llevamos desde Asmara hasta Nairobi, donde solo nos dio tiempo a dormir, no hay mas fotos :(


Un rayo de sol uoh oh oh

Impresiona al llegar la geografia montañosa, el verde y la tierra seca de las montañas altas. Lo mejor? Sentir el viento fresco y la lluvia (nada de xirimiri, chuzos de punta y riadas...)

No man's land


A cantaros, epoca de lluvias por aqui.

Addis Abeba! Etiopia!!

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La Reina...


¡Por los clavos de Haile Selassie!

Rastafarai!


como mola!


El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas vino a Sudán para ver de primera mano la implementación de los acuerdos de paz entre Norte y Sur y, sobre todo, la situación de los diferentes actores relacionados con el conflicto de Darfur. Para recabar toda esa información y poder tomar decisiones que el resto de naciones acaten (esa es la tarea y el poder de este Consejo) durante el tiempo que duró su visita iban de reunión en reunión y de aquí para allá en nuestro avión (que es más suyo que nuestro pero bueno...). Uno de los varios sitios a los que fuimos fue Addis Abeba, porque en esta increíble ciudad se encuentra el Consejo de Seguridad (sus homólogos) de la Unión Africana (salvando las distancias, el equivalente a la Unión Europea).




La sede de las Naciones Unidas en Addis Adeba


Aquí tocaría hablar de la UNMIS, de Darfur, del derecho a veto dentro del Consejo de Seguridad, de la ONU en general, del mundo, de China en particular, de la embajada china en Khartoum (que es la más grande de las allí presentes) situada en una avenida paralela al Nilo azul, del ex-hotel ahora edificio de oficinas chino de la compañía petrolera china con habitaciones para sus empleados chinos (que está, para ahorrarse el bus supongo, junto a la embajada china) con rótulos en chino y que supongo tendrá un restaurante chino para los mandamases chinos con cocineros chinos y una cantina china para los trabajadores chinos con, supongo, cocineros sudaneses, pero no lo voy a hacer...
Como canta el marfilense Tiken Jah Fakoly, a mí ya nada me sorprende... (un temazo, aquí otra versión no tan buena pero subtitulada en español para entender la letra).




Oficinas y habitaciones de la petrolera china en Khartoum


Volviendo a Adís Abeba, que de eso trata el post, es sin duda la ciudad que más me fascinó y siempre que puedo recomiendo visitarla.


El skyline recuerda a las ciudades del bloque socialista.


Por Addis Abeba, y por Etiopía, han pasado desde unos pocos años de fascismo italiano, otros muchos de dictadura africana y hasta un golpe militar marxista que mandó matar al anterior dictador Haile Selassie. Tanto vaivén se nota en la arquitectura: grandes monumentos y edificios grises, de la época fascista o marxista (difícil de diferenciar, revelador no?) se mezclan con la época imperial y el panafricanismo. La funcionalidad y la sobriedad (lo contrario sería muy burgués) tiene que convivir con el deseo de expresar majestuosidad y orgullo y si se puede aprovechar lo construído por el régimen anterior pues mejor que mejor (no lo conozco pero supongo que Berlín podría ser su equivalente o incluso el monolito construído por Batista en la actual Plaza de la Revolución en La Habana).




El monumento en memoria de Mengistu, o como celebrar los años del terror.

En la misma plaza hay un muro recordatorio dedicado a los cubanos que murieron evitando la invasión por parte de Somalia o ayudando a aplastar la rebelión por la independencia de Eritrea durante la época en la que los cubanos tenían especial querencia por África.




Un rebaño en medio de la ciudad.

Aparte del realismo socialista, y como espectacular telón de fondo de una ciudad situada a 2.500 metros de altitud (hace fresco!), Addis Adeba sigue siendo una ciudad africana (una de las más importantes), lo que significa que también existe el contraste brutal, sin espacios de transición, entre lo moderno y lo tradicional (andamios de madera y móviles de última generación, anuncios de Coca Cola junto a pastores con sus rebaños de cabras, etc.). Last but not least sus mujeres son de las más bellas de todo África y se respira buen humor.





El diseño moderno choca con las técnicas rudimentarias.

En la foto: andamios echos con troncos finos de madera (muy común en algunos países africanos) durante la construcción de un edificio moderno. Uno se pregunta cómo es posible que no se venga todo abajo...


Hip Hop cookies!


La única nota negativa es la miseria. La mendicidad, omnipresente, es sobrecogedora pero hay que hacer un esfuerzo y no dar limosnas ni propinas excesivas ni comportarse como los reyes del mundo por tener 4 dólares, etc... Cuando me lo explicaron lo entendí, dar 1 euro (que para nosotros no es nada y que para muchos de ellos significa pasar más de un día tranquilo) puede resultar la opción más natural cuando un ejército de niños asalta tu furgoneta en un semáforo. El problema es que de esta forma ese niño y los que le rodean van a seguir pidiendo antes que ir a la escuela, o peor aún, sus padres los van a poner a pedir... Al final estamos creando una sociedad dependiente del blanco de turno, otra forma de colonialismo al fin y al cabo. Importante, no dar limosnas aunque nos cueste. Lo mismo con los salarios y las propinas, hay que respetar las cantidades establecidas y no inflarlas aunque nos parezcan ridículas, porque de lo contrario estaremos otra vez cambiando, interfiriendo, colonizando...

A África, en definitiva, hay que dejarla ser África. Gran frase, me pongo medallita...




Y como no somos quien para dar lecciones a nadie, aquí va un cortometraje genial de Javier Fesser rodado en Senegal con subtítulos en español, una historia con un final excepcional. Dura 30min. y si no los tienes búscalos, merece la pena.


Moa Anbessa!

Desde el pais de Lucy y la meca de los Rastafaris, desde Addis Abeba ("La Nueva Flor"), capital de Etiopía y del café... Un Abrazo (haundi haundi haundia).