La historia moderna de Vieques va ligada a la ocupación yankee. Antes de eso, la Isla Nena fue protagonista de rebeliones taínas bajo la ocupación española, fue territorio francés y guarida de piratas, Inglaterra y Dinamarca lucharon por ella... Hasta Simón Bolivar la visitó en su huída de Venezuela.

La llegada de los gringos iba a marcar su historia. Dejó de ser un paraíso caribeño ocupado para convertirse además, tras la segunda guerra mundial, en un banco de pruebas para la marina estadounidense. Los habitantes fueron expropiados y reconducidos al centro de la isla. En el extremo occidental se costruyeron los bunkers que se pueden visitar hoy, mientras que en el extremo oriental se ensayaban todo tipo de bombas y demás artillería. Además de afectar durante más de 60 años al ecosistema de la isla, las bombas también perjudicaron gravemente a la población local que, entre altos índices de cáncer, se acostumbró a los temblores y al ruido continuo de las explosiones. No es de extrañar que una de las puntas de lanza de la lucha por la independencia sea esta preciosa isla.


Tito kayak
